jueves, 11 de julio de 2013

Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. O si que lo saben, pero no que lo pueden perder.

miércoles, 3 de julio de 2013

TORTURA


¿Por qué enfrentamos el instinto a la razón en lugar de dejar que convivan en armonía? Somos contradicción, una parte nos dice hazlo, otra parte nos dice no. Sabemos cuál es el camino, pero en vez de seguirlo, nos salimos; para luego quejarnos por habernos perdido. Inventamos escusas que convertimos en motivos. Confundimos lo que debimos hacer con lo que realmente hicimos y vivimos. Vivimos, deseando siempre algo que no tenemos y lo perseguimos; no hay uno solo de nosotros que diga que ha conseguido todo lo que un día quiso, porque no se puede, pero aunque no se pueda, insistimos. Y ese buscar "lo imposible" es nuestra bendición y nuestro castigo. Somos dueños de un montón de sueños. La decepción es el precio cuando se intenta agarrar el cielo, para ver que se te escurre entre los dedos. Y somos eso, el deseo de ser como nos gustaría, sin poder llegar a serlo. Nuestra razón comprende límite, pero nuestro instinto se niega a verlo. Somos eso: seres imperfectos que sueñan con ser perfectos, y se recriminan a sí mismo sus defectos; que aplauden las grandes gestas, en vez de los pequeños gestos.