lunes, 29 de agosto de 2011

Muerte

Sigo respirando, después de casi haber muerto asfixiada. 

Soledad

Podría dar mil y una razones para explicar el malestar general en la situación que actualmente reina en la sociedad. Con toda probabilidad estadísticamente hablando, me sobrarían mil de esas razones de las que hablo. 

domingo, 28 de agosto de 2011

Hunter S. Thompson

"La viuda del periodista Hunter S. Thompson, Anita, reveló a un periódico de Colorado que su esposo cometió suicidio mientras estaban hablando por teléfono."
Se despidió de ella, pero esta vez no como lo hacía siempre con su típico "adiós pequeña" sino con el sonido del gatillo del arma. Se oyó el disparó en su oído derecho a kilómetros de distancia, y después de ese 20 de febrero de 2005 se sigue sintiendo la pérdida en todo el mundo.

Mi abuela lo llamaba desolación.

Mi abuela lo llamaba desolación. Era un sustantivo que le venía perfecto a lo que reinaba en esa casa demasiado fría en invierno, demasiado llena de conocidos en las comidas familiares. He perdido tanto por no estar atenta, que hasta la "desolación" de la que hablaba mi abuela se quedó pequeña para describir el momento de muchas mañanas en esa fea guagua amarilla, tardes y noches en Gran Canaria. No hubo un día a las aproximadamente 23:32 de la noche que no me deshidratara. Siempre pensando en lo mismo, siempre pensando en los mismos de siempre, y siempre, siempre y siempre dando sin recibir. En el momento en el que el suelo comenzó a quemar, me fui a vivir a las nubes, y allí estuve un año, probablemente algo más, hasta que bajé a la Tierra de nuevo, (al subsuelo con más exactitud) cuando supe que arriba me asfixiaban sin yo quererlo. Moría por querer escuchar de nuevo ciertas palabritas que jamás y nunca llegaron, que jamás y nunca llegarán. Se puede incluso llorar sangre, yo de eso doy fe, pero cuando me desangré y no tenía apenas ni dos gotas de ella corriéndome por mis venas, opté por callar. Y callé, y seguiré callando. Reté hasta al equilibrio de la ciencia, pensando que eso que la gente llama karma, serviría de algo, pero a día de hoy puedo considerarme la mujer adecuada para asegurar que eso no existe y que el karma son los padres. Muchas veces pensé en el porqué, a veces obtuve la respuesta (siempre la que obviaba por tener que llegarla a entender, muchas veces por mi propia culpa), otras en cambio no obtuve ni un mínimo atismo de duda en que esa explicación a lo que pasaba no existía. Buscando verdades dejé lejos lo que más necesitaba, y es que sentar la cabeza, llenarla de muebles baratos de Ikea y encontrar la preparación a lo que se avecina estos próximos meses, no tiene razón de ser. Solamente aquellos que se fueron, solamente aquellos que perdieron, solamente aquellos que perdonaron o solamente aquellos que se partieron en dos saben de lo que hablo. Y caminando de nuevo en dirección contraría, en términos de fuerzas, estructuras y ascensos de la historia se supo que no hay mal que por bien no venga.

sábado, 27 de agosto de 2011

En general, no suelo hacerlo sola

Y es que aquellos que quieran cerrar su boca y no volverla a abrir nunca jamás pueden hacerlo, pero aunque sean los más sensatos, serán los menos admirados. Y es que ahí está lo jodido e injusto de la vida en general.

Una "A"

Para mi siempre fue triste pensar que lo que fue y no pudo ser.

Negar

Negamos lo innegable hasta saciar nuestra sed de conocimientos. Tratamos de ser cómplices el uno del otro sin intentar pensar ni si quiera lo triste que pudiera ser. Y tras pasarlo mal y saber que se puede crecer sin necesidad de levantarse de la cama, bien por el hecho de vaguear, bien por el hecho de tristeza y cansancio absoluto, sigo negando lo innegable. Ser una mujer de carácter no tiene cabida en mi persona, ser una mujer apática tampoco, y es que tachar de correcto lo que sigue siendo pueril e infantil no tiene razón de ser. Y es que a día de hoy sigo esperando en la esquina, sigo buscando sin buscar, sigo siendo yo. Precisamente, esto es lo triste de mí.

Y que te valla bonito

Convencida estoy que no vale la pena ni tan siquiera pensar. A veces pienso, otras no. En aquellas en las que no lo hago tan solo me pregunto a mí misma: ¿es ignorancia, es altruismo, o qué coño es? 

Siempre llueve sobre mojado

En cualquier momento el cerebro tiene 14 billones de neuronas disparando a una velocidad de 450 millas por hora. No tenemos el control de la mayoría de ellas: cuando te da un escalofrío o se te pone la carne de gallina, cuando nos emocionamos, la adrenalina. El cuerpo sigue sus impulsos naturales, que es lo que creo que hace que nos sea tan dificil controlar los nuestros propios. Claro que a veces tenemos impulsos que preferiríamos no controlar, que posteriormente hubieramos deseado controlar. Podemos intentar dejar ir el pasado... pero siempre vuelve.

Mi vida siempre mía.

Y si después de tenerme, beberme, rozarme y deslizarme hacia lo más oscuro, aún no me quieres, déjame marchar que yo volveré al muelle a ver partir mi vida.

viernes, 26 de agosto de 2011

Te violan

Se lastima a sí mismo como si no tuviera otra afición a la que dedicar todo el tiempo que le sobra desde que pone un pie en el suelo cada mañana al levantarse de la cama en la que duerme, o eso dice él que hace en ella. Se castiga y sufre, y en ocasiones siente incluso hasta que le gusta soportar semejante dolor, pensando que está mitigado ya. Siente como si la vida se le escapara de las manos, como si cada minuto que vive durase tres cuartos de sesenta segundos, y cada instante que pasa es un instante perdido, que le machaca, que le atormenta, que le desola y le crea heridas autoinfligidas. A menudo suele pensar en la décimo tercera causa de muerte en personas de su edad, no convencido nunca de que sea lo correcto, quita de su mente esa rara idea y vuelve a su cama de la que se volverá a levantar al día siguiente, pensando en lo mismo, obcecado en un idea estúpida y benévola de la que nadie consigue entender el porqué. Y esta es la cuestión: ¿por qué?

Me están cambiando los objetos de lugar.

Me están cambiando los objetos de lugar, con tanto arte que ni siquiera me he enterado de quién lo está consiguiendo. Animadversión.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Una vida por delante.

El hombre del que yo hable no tiene agujeros en sus zapatos. Algún día volveré a escribir como antes lo hacía, pero hasta entonces, solo tengo que recordar que tengo diecinueve años y toda una por delante, medio truncada, medio vivida.

NUEVO

Universidad nueva, enfermedad nueva, dirección de blog nueva. 

Murphy

Para arriba no se puede bajar, ni para abajo subir. Esto es por ley física. También existen más leyes y el hijo de puta de Murphy siempre presente. Este hombre, Murphy, se ceba cuando quiere con todos nosotros. No se puede desafiar lo que él dice, sería agotador. Yo ya, a estas alturas de la vida, ni lo intento siquiera, pero allá aquél que se atreva a ello, tendrá mi aprobación y mi respeto por el resto de sus días. 

The man who can't be moved

Ni siquiera mil y una salamandras, solamente lo más típico.

SCRIPT

Yo es que soy más de The Script. Siempre estucho la misma canción sin cansarme apenas. Es la del hombre que se sentaba en una esquina a esperar lo que todos queremos con ansias y que no llega. Ciertamente es bonito como el chico es capaz de sentarse en esa esquina con su saco de dormir dándose cuenta de que está siendo observado de gana mala por todos aquellos que pasan por su "lugar". Quizá sea demasiado dulce para mi gusto, quizá también me sentaría con él y su guitarra. Podría ser divertido. Lo que si aseguro y sin el "quizá" es que es el día que los celos me coman y que arregle el agujero que tiene mi saco de dormir, podría acampar en la esquina de la calle en la que vivo, simplemente a esperar y ser observada. 

2/3

Lo que cambia, siempre dos veces o quizá tres exagerando, duele y mucho.

lunes, 22 de agosto de 2011

HUESOS

Quiero un Iphone blanco, un nuevo blog, una carrera de Medicina totalmente terminada, que llegue el frío, que se callen todos la boca y no hablen nunca más, un collar de cuentas verdes y doradas y una pulsera de tela, quiero un nuevo ramo de rosas por mi cumpleaños, es más, quiero que sea de nuevo mi cumpleaños, también quiero un "podríamos haberlo tenido todo" en mi espalda y un tutú de plumas blancas colgado del manillar de la puerta de mi armario ¡Y lo quiero todo ya!

Esto no muere

Esto no muere, pero cambia de dirección por tercera vez en este año. ¿Culpa de...? Creo que de nadie... de la vida en general, de los que meten sus narices en lo que no les incumbe, lo que no les conviene, del gas de la Coca-Cola que se mete por mi nariz y recorre una distancia de pitbull hasta llegar a mi cerebro haciendo que no consiga pensar con claridad. A ver como pienso yo ahora la nueva dirección, cero ganas, cero ideas, cero vehemencia. 

No hay nadie que...

Que con letras mayúsculas se puede asegurar que hay miles de locos sin cura por ahí andando. Se quién fue quien dijo que sí pero nunca fue así, de ese modo. También solía decirlo con letras mayúsculas y también me daba igual porque mi subconsciente lo asimilaba en minúsculas. No me apetece escribir más, me voy a la cama, buenas noches.

Calle

Bien, yo no sigo más cigarros porque no me da la real gana de hacerlo. 

domingo, 21 de agosto de 2011

Lindas.

Las películas, y el ballet, y el café, y el frío, y morder, y todas esas cosas lindas reunidas en un único momento. 

Arroz blanco.








De interrogantes estamos todos llenos. De manos escritas que no escriben también. Me gusta el olor mi nuevo perfume, del café que le robo a mi madre, mi vestido azul, mi vida en general. 

Buenas noches a todos.

Ha habido otra veces en las que he escrito aquí, y siempre aquí, a esta hora de la madrugada porque cierta cosa me quitaba el sueño y hacía que me desvelase e interrumpiese mi paz nocturna. Hoy escribo a estas horas porque ni siquiera me he acostado. Cuando me refiero a acostarme no lo hago en el sentido de con quién lo he hecho o no (ojalá no tuviera a esta estúpida almohada ocupando el lugar que le corresponde a otro), sino en el aspecto de que ya ni los osos hormigueros, ni el vodka, ni las ansias que tenía de cerrar los ojos y esperar que todo cambiase, consiguen que pueda hacerlo. Ha pasado ya más de las cinco de la madrugada, y yo sigo aquí, escribiendo, no sé ni como, ni con qué fuerzas, ni con qué motivo. Normalmente suele ser por un enfado, unas ganas inmensas de llorar, por tristeza o por inspiración divina; hoy lo hago pero por ninguna de esas cuatro cosas. No tengo motivo alguno para enfadarme, puede que tampoco lo tenga para llorar y convencida estoy que la inspiración no se adueña de mí desde hace mucho tiempo atrás. Es misterioso. El porqué de que esté escribiendo así porque sí a estas largas horas lo desconozco, pero hacía mucho tiempo ya que mis dedos no se movían y tecleaban letras sin apenas tener que pensar. Si me llegan a decir a mí que un veintiuno de agosto volvería a ser la que fui, pues no me lo creo. Bueno, para ser sensatos a día de hoy no creo a nada ni a nadie, ni tan siquiera a ese pequeño ser que se llama "cerebro de Andrea". Ese si que es un auténtico embustero, es simpático en verdad, pero mentiroso como él solo. Reconozco que puede que mis deditos de futura cirujana plástica escriban solos sin tan siquiera pasar la información antes por mi cerebro ahogado en ron, porque confesé que significa el término "La Vida" para gentemuyloca. Muchos piensan que no es más que el título de una canción, la canción que suena cada vez que escribes readmybones en la barra de Google e intentas buscar este sitio plagado de tonterías tontas, pero sólo una persona más, a parte de la dueña del "cerebro de Andrea", sabe qué significa de verdad "La vida." Gente sensata, que la llaman. 

5:00

¿Y el porqué? Pues aún no lo sé. Sé que le encanta el juego, que le divierte, que le apasiona, que vuelve loco a cualquiera. Ni pronombres, ni artículos, ni nada de nada, porque aunque esto sea un blog, sean las cinco de la madrugada y yo esté completamente sola en la cama de mis papás comiéndome literalmente lo que se llaman los moquitos, aún así aquí no se personaliza nada. Si hablásemos de personalizar cosas, palabras, gente, modelos de conducta, motivos de esperanza, pues no acabaríamos en toda la noche, pero lo cierto es que ya es día veintiuno de agosto de dos mil once y que mis ojitos no ven más allá de la mitad del triste teclado de este ordenador (cada vez con más falta de una limpieza). Eso es lo único cierto que he conseguido sacar de esta noche. Fin de la entrada porque tengo sueño y no me queda otra que abrazarme a la almohada de mi papá. 

viernes, 19 de agosto de 2011

Descará

Con mis tacones negros puestos y mi vestido azul marino más corto imposible porque si mi mamá me viese me daría un bofetón que recordaría por el resto de mi vida, me considero la mujer adecuada para afirmar que: esta noche la descarada en una esquina, con la mano en el pelo y poca tela puesta. Y lo dejo ahí, porque así de sutilezas poco sutiles y guarras está llena la vida. 

X

Cincuenta, un número bonito, redondo, perfecto. Y es que ojalá hubiera un reglamento para la perfección, pero lo cierto es que no lo hay, no existe. Ojalá también hubiera una alternativa distinta al hablar, y es que, aunque las hay, siempre acabamos abriendo nuestra enorme boca. Si tuviera que adivinar el porqué diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, al dolor, el miedo a ese momento en que cuando alguien, llamémoslo "X", habla y sabemos que dirá antes incluso de que comience a pronunciar la primera sílaba. Lo cierto es que la vida está llena de "equis" por todas partes, cuestión matemática supongo. 

16:54

A ver quién a día de hoy no es lo suficientemente cobarde como para leer mis huesos sin echarse atrás. Que el amor más lindo con el tiempo se reemplaza para colocar el ego. Bonito ¡eh! Y yo sé quién sí y quién no. Quién más no lo sé. Y si solo me vienen a la mente insultos será por algo, digo yo, dice mi mente. Los que hablan sin saber, los que dejan que el alcohol hable por ellos, los que esperan a que la rutina empiece de nuevo, no tienen ni zorra idea de nada. Si están físicamente ya sabes, léelos si puedes, si quieres, si eres valiente. Sino, te espero a la vuelta de la esquina a que aprendas a ello. El honor que lo llaman, en el no dejarse pisar, la monotonía.Y llenó que se quedó el infierno segunda puerta a la derecha. Son las cinco menos cuatro de la tarde, estoy borracha escribiendo esto. Me la suda. Vivo feliz y sin una sola falta de ortografía dado mi estado. Logros que lo llaman también. Pues eso, que a la vuelta de la esquina o en el infiernito siguiendo en pasillo la segunda puerta a la derecha nos vemos, es mi nueva residencia, mi nuevo hogar, mi lugar. Shhh. Mi política de vida, mi filosofía. La vida.

mundoblogger.com

El que es un loco, es un loco.

Tan joven y tan viejo like a Rolling Stone.

Podríamos creer que todo aquello que tenemos surge por algo. Por el contrario, no sé si es por rareza o porque simplemente soy yo, Andrea, que no creo en las casualidades. Si todo surgiese así porque sí, no estaría donde estoy. He pensado, cavilado, y vuelto a pensar, y a pesar de todo sigo sin tener claro absolutamente nada. Eso sí, lo único que no me apena es que vuelvo a casa. Solo aquellos que se han ido, han crecido, pensado, cavilado y vuelto a pensar, saben de lo que hablo. Probablemente esta noche tan solo dentro de unas horas, tendré tanto whisky en vena que no me acuerde de todo aquello que me quitaba el sueño hace apenas unos pocos meses. Confío en aquellos que lo saben y que dicen que es por el hecho de lo que llaman crecer, madurar y blablabla, yo confío más en que fue el hecho de callar mi estúpida boca. Escuchar, callar, gallinas y putas, pero siempre Shhh. Funcionó, así que de aquí a esta noche, y probablemente hasta dentro de mucho tiempo más, seguiré el mismo camino. Shhh. 
Bueno, y esto es lo que tengo que contar, supongo que porque me gusta escribir gilipolleces o porque anoche cierta tontería me volvió a quitar el sueño. Shhh. Seguiré mi misma política. Shhh.

SS

Y recuerda al final de los días y a pesar de los pesares que para ti no estoy, que estuve pero no estoy. 

jueves, 18 de agosto de 2011

Paranormal

Chasing Pirates.

Las noches típicas de Estrada.

Jueves en la noche y yo sola tumbada en mi sofá azul. Escucho a Norah Jones canción tras canción sin cansarme apenas. Me relaja. Tengo mi manta de terciopelo rosado cubriendo mis piernas calentadas por unos calcetines largos que me llegan por encima de mi débiles rodillas. El suéter gris perla que llevo puesto y mi taza de café de Starbucks de medio litro con café africano en su interior, hacen el resto. Acaba de acabar una de mis canciones favoritas de ella. Empieza otra no tan afable. Seguramente en breves momentos dejaré la música puesta y cogeré un buen libro que me entretenga en esta noche, quizá durante una horas, probablemente hasta las tres o cuatro de la madrugada. En pocos minutos, mientras otros muchos empezarán ha hacer bullicio de fiesta en fiesta yo estaré disfrutando de lo bueno de la vida.

martes, 16 de agosto de 2011

Pase lo que pase, a pesar de los pesares.

Mantén tu cabeza en actitud prepotente. Dame ciertos datos muy personales e íntimos que solamente tú y yo conozcamos. Si quieres saber el hecho de cómo me gusta levantarme cada mañana, con lo ojos medio cerrados aún y llenos de legañas, y preparar café en una taza enorme y blanca del Starbucks para aguantar el lago día que me esperará, ven, que yo estaré sentada en la encimera de mi cocina, siempre junto mis legañas y mi tazón, pase lo que pase, a pesar de los pesares.

VIVO

¿Te gusta el color granate de mi corbata? No, bueno solo un poquito. 

sábado, 13 de agosto de 2011

viernes, 12 de agosto de 2011

"Y vas y vuelves y vienes y vas"

"Y vas y vuelves y vienes y vas"
Esa frase se me quedó grabada en mi cabeza como si fuera un tatuaje irresistible en un sitio prohibido. Un día cualquiera sé que se me irá de la mente, que jamás y nunca jamás me volveré a acordar de todo aquello que algún día pasó. A veces pienso que prefiero morir joven y sufrir toda clase de penurias que llegar a tener algún día Alzheimer. Simplemente es el hecho de no desear que en ningún momento se me escape todo aquello que en cierto modo viví o mi cerebro creyó que lo hizo. Simplemente es el hecho de que supe que " te fuiste y volviste y viniste y te fuiste" y que " y vas y vuelves y vienes y vas".

Vivir.

Vivir alerta, vivir en tensión, vivir al limite, esa es la condición. Esa es la condición que me puso y la que no acepté. Yo quería vivir tranquilamente, quería tomar café día sí y día también mientras comía la tarta de chocolate que nunca supe hacer. Una noche, de camino a casa en esos veinte minutos que separaban aquel lugar al que yo llamaba hogar de la calle donde había bullicio cada miércoles por la noche, pensé en qué hubiera sucedido si hubiera aceptado esa condición que hasta ese momento me parecía la mayor locura jamás pronunciada. Fue entonces cuando los veinte minutos se convirtieron en dos o tal vez tres, y a partir de ahí, mi vida corrió tan a prisa que nunca supe si fue porque en cierto modo mi subconsciente aceptó vivir alerta y en tensión, o si por haber pensado en qué hubiera pasado, dejé que todo aquello que imaginé durante largas noches de estudio invadiese mi mente en cada segundo que pasó durante mi vuelta a casa aquella noche.

Muebles.

Me volveré de hierro para endurecer la piel. Sé que el acero es más resistente, que el titanio de mis piercings puede serlo aún más, pero aún así, yo quiero ser de hierro. Es sorprendente como la cobardía hace que nos volvamos de papel, pero que le vamos ha hacer si ya sabemos que las palabritas se las lleva el viento. Pues entonces puede que me vuelva de hierro solamente esperando que se las lleve y que nunca más las devuelva. El viento puede entonces llevarse esas palabritas en un barco de papel. Posiblemente sea atípico que con diecinueve años mi cabeza tenga más muebles que muchas otras de treinta y tantos, que tenga claras mis ideas, mis convicciones, mis amores, mis placeres. Puede que esos muebles sean de Ikea, que no duren, no sean resistentes y sean muy baratos, pero ahí están, ocupando un lugar.

Cansancio

"El cansancio es una sensación subjetiva de falta de energía física o intelectual o de ambas" Subjetiva pollas.

¿Para qué la batalla?

¿Para qué la batalla? Para que nos pasemos de la raya y la seda sea un papel para fumar. Para que las princesas de cuentos de hadas escuchen a Pereza mientras esperan que sus hombres les den permiso para desvestirse. Para pretender que todo aquello que encante acabe en una neurótica locura y que por fin la Torre de Pisa acabe en el subsuelo. Porque Torres más altas han caído, porque la inclinación a derechas o izquierdas tiene un límite, sutil, pero siempre un límite.

Mañana a las 12.

Esto aumenta, sigue aumentado. Pero ¿y a quién le va a importar? Esto puede acabar crónicamente. Quizá pudo  ser un trastorno por demasiadas sustancias psicotrópicas incorporadas de golpe. Quizá (y también sin el quizá) "sustancias psicotrópicas" sea un eufemismo para espaciar de la mente todo aquello que... perdón me quedé sin palabras de nuevo...

miércoles, 10 de agosto de 2011

Me llamo Andrea Estrada Herrera...

...y es lo único cierto que sé sobre mí.

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Duele igual.

Vuelvo.

Volví delirando, pero volví. Volví ganando, cantando, durmiendo, todo ello a la misma vez.

280910

Quiero ser tu salamandra.

martes, 9 de agosto de 2011

Truhan.

Ella lo llamaba Truhan, y es que siempre lo fue. Como buena psiquiatra que era sabía perfectamente que nunca, bajo ningún concepto, cambiaría sus expectativas de vida, aumentando siempre sus experiencias con mujeres alocadas, hermosas y jóvenes con pinta de quinceañeras. La última vez que lo vio fue en una fiesta, iba acompañado de una hindú de metro ochenta y cinco y un bindi de un color rojo teja entre sus cejas. Le pareció un color precioso que le hacía juego con sus ojos azules. Era exótica y tenía un enorme tatuaje en su espalda que podía ver gracias a su vestido con escote por detrás. Un escote que llegaba casi hasta donde la espalda pierde su nombre. Hacían una preciosa pareja, hasta ella lo reconoció. Se acercó y le saludó muy educadamente. Su acompañante hindú se giró definitivamente, y entonces fue cuando le dio una punzada en el pecho, como si todo aquello que hubiera conseguido años atrás y que estaba secuestrado en un sitio casi oculto escapase y encontrara por fin la libertad. 

HST

Hunter S. Thomphon: todo un Díos, el mío propio.

Salamandra.

A mí ciertamente me parece curioso cómo el ser humano es capaz de intentar llegar a lo inalcanzable. Eso me mata y me remata cual canción de Bosé. A veces me asusto o simplemente pienso en ello, sin embargo, ambas cosas me quitan el sueño. Otra cosa que suele quitarme el sueño es pensar que me pueden quitar lo que yo he conseguido y que hace mucho tiempo atrás parecía casi inalcanzable hasta para mí. Suelo tener dudas sobre todo aquello que he querido y que ya no tengo. Eso también me parece curioso, curiosa la forma en la que se enredan mis dedos en el pelo, curiosa la forma en la que los suyos subían por mi espalda cual salamandra, y curiosa la forma en la que soy capaz de leer mis huesos sin apenas mirarlos, con tan solo palparlos. Sí, definitivamente, me falte lo que me falte, puedo sentirme la mujer adecuada para estar orgullosa de mí misma y para poder decir que solamente están tristes los tontos y los delincuentes. Eso sí que es ciertamente curioso.

Cicatrices y palabras

¿Y quién no lo ha pasado? Son cicatrices que actúan como vestigios de viejas heridas recordándonos que hay que aprender una y otra vez siempre del mismo estúpido error. ¿Y quién no? Actúan como máscaras de heridas, ocultando todo aquello que nos da miedo mostrar a cerca de nuestro pasado, a veces oscuro, siempre temeroso. 

lunes, 8 de agosto de 2011

Ciega

"Ya no tengo palabras que decir, sorprendentemente ya no soy yo" 
Esta frase es de lo primero que escribí hace ya casi dos o tres años, no lo recuerdo bien. También recuerdo el día que quise irme para olvidar, era un 28 de septiembre. Olvidé, también sorprendentemente pero olvidé todo lo que quise y a todos los que quise. A día de hoy hecho de menos muchas cosas, muchas incluso de las que olvidé. ¿Cómo puedo echar de menos algo que ya se supone que no debería recordar? Para que cambiar. Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.

Mala sombra

Mi mala sobra dice que no puedo volver a casa. Es una cerda igual que todas esas secretarias con moños, gafas de sol en una habitación cerrada y mechas rubias. Estoy por pensar que mi resfriado es culpa de ellas, de todas ellas y del señor calvito que se hace llamar "Decano". Digan lo que digan, yo vuelvo porque aquí todo funciona, todo fluye y todo me gusta en esta ciudad donde todo el mundo sabe de todo el mundo y donde en pleno agosto puede llover como si fuera Nochebuena (perdón, creo que en Nochebuena, si no recuerdo mal, hacía mejor tiempo que hoy) Yo vuelvo.

sábado, 6 de agosto de 2011

Érase una vez...

Y no permitas nunca que en algún momento de mi ceguera te diga que eres poderosa, ni siquiera dejes que te lo diga en algún momento de lucidez. Lo eres, lo sabes, no hace falta que yo te lo recuerde a cada momento. ¿Acaso crees que la siniestralidad de la vida se basa en eso?¿Que los accidentes de tráfico y las muertes por cáncer y accidentes vasculares se deben a que yo no te diga lo que ya tu sabes? No, querida. También sabes que podríamos haberlo tenido todo. No quisimos, de eso estoy seguro. Coge esa linterna, ven, siéntate aquí a mi lado que te contaré algo que sí que no sabes: érase una vez...

Y tienes tanto que explicar

Voy a abrirte en canal para ver qué llevas dentro chica. Voy a abrirte hasta que cuando no te puedas mantener en pie, y ya no te quede nada por beber, y tengas que volver, y no tengas ganas de volver, puedas explicar todo lo que te consume cual cigarro a medio encender.

Hollywood

Quedan 79 entradas más. 79 veces más que se debe abrir la caja de Pandora y dejar que salgan palabras que solo yo percibo. -Y dame más tequila y limón- pensaba el que estaba detrás de la barra sirviendo copas. Tengo una obsesión con esa bebida. Quizá sea esa mi única obsesión ahora mismo. Nadie es quién realmente quiere ser.

80

Me da un poquito de sentimiento el pensar que casi... pero no. Que aquí todas somos putas, cierto es, pero un poquitito de respetito, por favor. Ni blogs, ni cervezas, ni comida mejicana y mucho menos mantas de terciopelo verde. Posiblemente sea la octogésima vez que oiga la misma pregunta y posiblemente también sera la octogésima vez más una que conteste con la misma respuesta y la misma cara seria.

viernes, 5 de agosto de 2011

Sobran

Camisa de cuadros roja, camiseta de asillas negra, pitillos, vans, bolso de mi madre, leopardo en sitios prohibidos, un cubo y mi coche. Hoy sí que sí. Sobran.

Hoy

Hoy, 4 de agosto de 2011, llueve. Hoy, he decidido que me haré un tatuaje antes de que acabe el verano.

jueves, 4 de agosto de 2011

416

416 veces que también.

415

415 veces más que me suda la polla.

Rezagos de un jueves de verano.

Era un jueves familiar, de tienda en tienda, pasando el tiempo distrayendo la vista. Sin tacones altos, ni maquillaje, sin vaqueros apretados, sin coquetearle al mundo salvo por una fina línea negra en mi párpado superior y unas pestañas rizadas antes de salir presurosamente de casa. No descubrí fórmula alguna para el desconsuelo, no puse suplentes, ni se me ocurrió sacar el clavo con otro clavo, dejé que mi tiempo de luto durase lo que tuvo que durar. Funcionó. Aparecieron con su boca preparada para mentir y mentir y me indujeron al engaño, y yo me dejé engañar en la poca ingenuidad que me quedaba, entregándole al destino una cuota de duda cuando lo presentaban ante mí. Estuve un tiempo pensándolo hasta que luego supe que lo que aparecen son días entre el calendario que son difíciles de sobrellevar, son esos días en los que hay que improvisar y no se está permitido desahogarse sino que te callas y no hay más nada más allá de lo que puedas imaginar. Pero, a día de hoy sé que ésta es la realidad sin que esté salpicada de embriaguez y que yo tan solo soy una reincidente confesa que volvió a caer una vez más para el beneplácito de sus recuerdos. Eso sí, nunca he sido tan erróneamente feliz como lo soy hoy.

Zzz

Solo me gusta vomitar el alma. De resto, pues prefiero mi querido McPollo.

Cabe

Ni quiero ni puedo, para mi el hecho de saber contar hasta diez y saberme de "pe a pa" el número y nombre de todas las decenas de ramificaciones de la arteria femoral en todo su trayecto por el muslo, pierna y pie ya es un logro (y grande). No entiendo como en mi cabeza ha entrado tanta información amén de toda la que ya venía de fábrica y a la que le falló el sistema operativo en cierto momento dado. Magia que lo llaman.

En general, no tengo por costumbre el concretar.

Sí, es cierto que hubo muchas cosas que ya me dejaron de importar. El otro día hablaba con "un chico ya no niño" con un fleco mucho mejor hecho que el mío, al que le decía que las cosas cambian, pero que no hay motivo alguno de querer (y conseguir poder el que pueda) de cambiar las cosas que resultaron excitantes. Eso sería masoquismo puro y duro. Después le comenté que otras en cambio cambian sin más y sin que se pueda hacer nada por remediarlo. Quizá esas son las que echas de menos y quizá el haberme "fugado" bien calladita fue lo mejor que me ha sentado desde hace mucho tiempo. Creo que fue el hecho de darme cuenta que no necesitaba nada ni nadie más que a mi Ipod con música que hasta entonces era desconocida para mí, amén de mi estúpido libro lleno de músculos, arterias, y huecitos leídos llamado "Anatomía de Gray", lo que me dio a entender que lo que busco ya no es lo que busqué hace tiempo y que de lo que soy, no es nada de lo que era. No sé sí me explico, pero a mi me basta porque yo sí que me entiendo, perdón, me comprendo. Tengo que decir que hoy en día odio ese libro y me encanta esa música. Las haditas, Walt Disney, los mimitos, el pastel de cumpleaños y todos los cuentitos de la princesa y el príncipe (incluida mi amiga Tania, la cual acabó muerta por haberse ahogado con sus pipas) que se los queden las niñas bonitas y con dos trenzas en su pelo, yo quiero mi vida llena de frío lagunero y seguir escuchando el principio de la de Kinky bwoy y Rapsusklei. Esta canción comienza diciendo algo así como que " Una vez oí que solo pueden partirte el corazón una vez y lo demás son todos rasguños" Yo eso lo aplico a todo y como ellos dicen verdades como puños creo que son chicos listos. Posiblemente fue debido a mi "huida" fuera de casa a que luego atiendo a que cuando a la mañana siguiente el sinsentido se vuelve realidad, material y tangible, etéreo y omnipresente, sobre bajo con y contra todos formando paredes invisibles de despertadores, de sueño, de insomnio, de dietas, de miedo a pensar, de humo, comida sana y telebasura, angustia, colesterol, benceno, de satanases en los videoclips y cristos en los altares, con la rutina, el vacío y la mierda existencial no es de extrañar que me pregunte esperando que sea por la última vez en mi vida que todo esto me dejó ya de importar, y que huyendo del aburrimiento y la soledad inspiradora del suicidio sólo cabe recordar a la musa prohibida, inspiradora de ambición y de duchas frías. Y como yo sigo aquí y he vuelto, pues que quién quiera que lo sepa, y quién no que se tape los ojos, oídos y boca. La vida.

Pues porque yo también echaba de menos pasarme madrugadas en este blog de color "rosado" pensando sobre qué poder escribir que solo, y tan solo yo, pudiera entender. Perdón, comprender.

martes, 2 de agosto de 2011

Ira, orgullo, envidia y gula

Como me mira, diría que ha entrado al quinto Pecado Capital: la Lujuria.

Malitacualperrasucia

Amígdalas mías... REACCIONAD ¡ya!