Todas Putas

¿Pero a qué hemos llegado para que estas Navidades todos se hallan vuelto jodidamente locos de la cabeza, y yo gilipollas perdida? ¿Y qué se piensan todos que es esto? ¿Una broma? Pues bien, a mi no me hace ni puñetera gracia haber perdido tanto y tanto tiempo en semejantes estupideces que no van a parar a ningún lado. Y todos aquellos que quieran o les guste reflexionar que lo hagan, que se callen y que lo hagan. Que lo repitan de nuevo y que lloren y giman. Convencida estoy de que ninguno de ellos sabrá el cómo y el porqué. Y si gusta la facilidad, pues venga señores, que les valla bien a todos y que disfruten de esta rareza y de las ganas de ser ignorantes, simples y estólidos, que yo estaré aquí concentradita, centradita y relajadita; más relajada que nunca. Viendo la playa, echando de menos y en pantalones cortos. Que el que no entiende, no es porque no quiere sino porque no puede. ¡Ay! Pobrecitos que de lo que se cría se come y sus mentes no dan para más de lo nimias, simples e insípidas que son. Ya no saben a nada, ni siquiera a limones agrios. Pues a ser felices ¡eh! gente, que aquí zorras podemos ser todas, guarras también, y si quiero seré la mejor.