Y esto me pasa porque una vez en mi vida, bueno, más bien dos, confié en alguien. Y ahora tan sólo me queda callar, tanto por pensar que las cosas cambiarían, como por haber dicho más de lo que jamás mi cabecita supo asimilar. Porque a veces pienso, pero luego se me pasa. Ya lo ves, que no hay dos sin tres, que la vida va y viene, y que no se detiene...y qué se yo.
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