martes, 29 de junio de 2010

PUTAS

Ya este blog ni se lee y casi ni se escribe. Desahogo cero casi nulo. No hay inspiración salvo el thestorycanresume. Sólo echa un vistazo a su ombligo de vez en cuando. Mentira, lo hace siempre. Dos atrás y justo hoy queda sólo uno. Existe una canción que se titula calamidad. "Y aunque a veces te mataba yo te quiero mi calamidad". Suena triste. Si son grandes me pierdo y todo es como inmeso. Ni sé ni puedo mirar a la cara. Suena aún más triste. Círculos medianamente cerrados y redondos. Nada de lo que escribo tiene ya sentido. Absolutamente nada es coherente. La coherencia se fue hace dos y no creo que vuelva dentro de uno. La coherencia dejo de tener sentido aquel día 30 de abril. Nada es lo que parece, tal y como ocurre en los trucos de magia. Suena incluso aún más triste todavía que todo sólo era creación de mi imaginación. De sentirme culpable por no haber sido cuidada, de ser inmensamente pequeñita, de sólo oir luciérnagas dentro de mi cabeza bipolar. Culpable de todo lo que no tengo culpa. Calamidades las justas. Ñañañaña. Engañar. Ahora la adoración y el encantamiento se basan en engañar. Eso sí que es triste. Ella.

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