jueves, 5 de agosto de 2010

Cuando amas la vida y ella no te corresponde.


Tengo suerte de conservar este blog. Tengo suerte de tener a Paula. Tengo mucha, mucha suerte y, aún así, la fiebre se apodera de mí y cada dos minutos viene a mi cabeza febril ese estribillo de los Aldeanos: "Son las tres de la mañana y mañana será otro día que despertaré en la tarde repitiéndome algún día, y se marchará otro día en el que usted no entiende que somos dos locos y que uno del otro depende". Si no fuera por este blog y por Paula, hundida que estaba. La quiero. Quiero a esos dos tontos de la conversación de tres. Tos, tos, tos. Lizipaina ñam.

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