domingo, 15 de agosto de 2010

Lyle, casémonos.

Lyle, querido, se que amas a Sylvie Guillem, pero... ¿por qué no nos casamos? Es muy simple: me pongo algo blanco, vamos a una iglesia, mentimos como bellacos, nos casamos y, de banquete, unas castañas asadas. Que le jodan a Sylvie y diviértete conmigo que quiero ser la señora de Beniga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario