domingo, 20 de noviembre de 2011

Gracias

Anoche me acordé de ti. Estaba intentando conciliar el sueño y no paraba de pensar en que te había abandonado, aunque solo fuera por unos pocos días. Soñé que seguía en la cuerda floja, que no caía para un lado ni para otro, que mantenía el equilibrio por un largo tiempo. Pensé en escribir esto mismo cuando me levanté de la cama, llena de legañas y sin un calcetín. La verdad es que nunca pensé en que te fuera a echar tanto de menos, pero aquí estoy, contigo, trepanándome el cráneo y desgastando mis huellas hasta que el momento "X" se esfume como el humo. Gracias.

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